Leon Tolstói

León Tolstói fue un destacado novelista ruso, considerado como uno de los grandes escritores de occidente y de  la literatura mundial. Sus ideas sobre la "no violencia activa", expresadas en libros como El reino de Dios está en vosotros, tuvieron un profundo impacto en personajes como Gandhi y Martin Luther King. Sus más famosas obras son Guerra y Paz y Anna Karenina, las caules representaban la cúspide del realismo. Tolstoi murió con 82 años, en 1910 en la estación ferroviaria de Astapovo a causa de una neumonia.

Cuando leímos un fragmento de Anna Karenina en clase, la profe nos pidió que buscásemos una cita del autor, y yo me he dejado llevar por la siguiente cita:


«Cuando tu amas a una persona, amas la persona que es, y no la que te gustaría que fuera».

La cita que he escogido me parece que transmite realismo y autenticidad. Refleja la perfección del pensamiento, pero es un pensamiento del que casi todo el mundo carece. Y carecer de ese símbolo de perfecta idea que defiende la cita conlleva al desamor y al fin. Desaparece porque queremos que esa persona sea como queremos, y eso no es posible. Cada persona tiene diferentes pensamientos, conocimientos, opiniones, gustos y ,sobre todo, diferentes personalidades.  No se puede querer la clonación mediante invocar la misma personalidad, no se puede en ocasiones, en otras las personas dejan influenciarse por la manera de actuar de otros.

Cuando leímos Anna Karenina en clase, la profe nos dijo que mientras ella leía nos imaginásemos en nuestra mente cada palabra como un hecho, montando así una especie de película en nuestra mente. Tratando el tema de cómo nuestra mente puede hacer genialidades a través de palabras, voy a reflexionar sobre la importancia de la lectura para el desarrollo de nuestra imaginación.

La lectura es un privilegio que se nos da, un lugar al que evadirse cuando la realidad se nos hace pesada y difícil. Las palabras son pequeñas claves que cuando todas se juntan forman un gran tesoro. Ese privilegio, la lectura, algunas personas lo aprovechan y otras no tanto. De ahí a que el intelectual de las que se embarcan a ese viaje mediante la lectura sea mucho más grande de los que se quedan sin embarcar por no coger un libro. Con la lectura no sólo aumentamos nuestras ganas de experimentar cosas nuevas, si no que aumentamos el desarrollo de nuestra mente. Un libro permite extender nuestros límites imaginativos, haciendo que nos propongamos limites infinitos, o directamente sin tener límites. De manera que los lectores podemos sentirnos privilegiados por ser lectores, porque sin la lectura aún seguiríamos escondidos tras mentiras, escondidos tras la falsa barrera.

                                                                             SERGIO COBO ROMERO