Falsos dioses

Voy a hablaros sobre Berta Von Suttner, autora de ¡Abajo las armas¡

Autora austriaca, muy conocida por su activismo pacifista, siendo una figura internacional de gran calado en toda Europa. Von Suttner trabajó como institutriz y también como secretaria de Alfred Nobel antes de dedicarse a escribir, tanto novelas populares como crónica periodística, destacando por sus ensayos humanistas como ¡Abajo las armas¡. Su labor en el impulso de una sociedad internacional para el mantenimiento de la paz se vio recompensada en 1905 con el Premio Nobel de la Paz. 

Al leer un fragmento de ¡Abajo las armas! en clase, voy a dejaros mi reflexión sobre mi parecer a cerca de las guerras:

A medida que el tiempo avanza, avanza la ira del ser humano. No todos lo seres somo iguales, los animales no son monstruos, nosotros sí. Los animales actúan mediante su instinto, hacen lo posible para sobrevivir, y esa es la gran diferencia que tenemos de ellos. A partir de nuestra creación ha habido varias etapas, en las primeras eran pocos los que convivían, no había ningún problema . Pero con el paso del tiempo, la población ha ido creciendo y eso ha conllevado a querer tener el poder frente los demás, a querer ser el Dios encarnado. Ese cruel instinto del ser humano ha afectado a las personas sometidas a esos falsos dioses, ha traído consigo muerte y destrucción. Gran parte de eso se debe al egoísmo y a la envidia, ambos fruto del ser humano. Cuando a alguien le va mejor que nosotros sentimos envidia, queremos alcanzar ese nivel, pero no sólo alcanzarlo, queremos duplicarlo. Esa envidia conlleva a la ira, si no se consigue, se arrebata y así sucesivamente. Con el paso del tiempo, todas las guerras que han tenido lugar han sido fruto de ese cruel instinto del ser humano. El revanchismo ha sido la principal característica, si se pierde la próxima se gana, en vez de ponerle fin y de decir ya basta. Para poder poner fin a toda esa destrucción hay que colaborar entre todos, hay que ponerle fin entre todos los países. Debemos unirnos todos en vez de enfrentarnos, debemos respetarnos en vez de envidiarnos, debemos saber que fuimos traídos a este mundo para convivir y no para autodestruirnos.

SERGIO COBO ROMERO