miércoles, 15 de noviembre de 2017

Los dramaturgos de la Antigua Grecia

   Mis compañeros y yo vamos a hacer la exposición sobre los dramaturgos griegos.



   El primer dramaturgo griego fue Esquilo, considerado el primer representante de la tragedia griega. Entre otras obras, es autor de la trilogía Agamenón, Las coéforas y Las eumínedes.
   Esquilo fue un dramaturgo griego predecesor de Sófocles y Eurípides. Es considerado el primer representante destacado de la tragedia griega. Autor de la trilogía  Agamenón, Las coéforas y Las euménides.
   Nació en Eleusis, Ática, lugar en el que se celebraban los misterios de Eleusis y Murió en Gela, entre 456 y 455 a.C.
   Esquilo pertenecía a una familia de terratenientes noble y rica. Cuando era joven se acabó la tiranía de los Pisistrátidas en Atenas. Tuvo un hijo llamado Euforión, que como él fue un poeta trágico.
   Lucho en las guerras contra los persas en la Batalla de Maratón, en la de las Salaminas y en la de Platea.
   Alguna de sus obras es el resultado de sus experiencias de guerra y fue testigo del desarrollo de la democracia ateniense
   Se le acusó de haber revelado los misterios de Eleusis y por ello fue juzgado y más tarde fue perdonado.

   Escribió 82 piezas y consiguió su primera victoria de composición dramática en el 484 a.C. y solo le ganó Sófocles en el año 468 a.C. En la actualidad solo se conservan siete de sus piezas.
   La importancia de su obra hizo que se permitiera que sus obras fueran representadas en un agón o certamen en los años siguientes a su muerte, junto a las obras de los dramaturgos vivos. Eso fue un gran honor excepcional porque era costumbre que las obras de los autores fallecidos no se pudieran presentar al certamen.
   Esquilo era muy dado a dividir sus obras en trilogías unidas que trataban sobre algún tema en concreto aunque cada parte tenía un sentido completo y podían ser representadas por separado.
   En los concursos dramáticos se representaban tres tragedias y un drama satírico que relajaba la tensión del público. Tras su época, la trilogía ligada quedó como una opción ocasional, mientras que muchísimas puestas en escena consistían en cuatro dramas independientes.
   Los persas, Los siete contra Tebas y Las suplicantes son dramas de dos actores ya que fue Esquilo el que introdujo el segundo actor en escena, disminuyendo la intervención de los coros haciendo posible el diálogo y la acción dramática. Los diálogos principales son entre los personajes y el coto con un ritmo de acción más bien lento. Este es uno de los rasgos principales del arcaísmo del teatro de Esquilo.
   En la Drestíada, dispone de un tercer actor, como se ve en la escena de Agamenón aparecen en un certamen Agamenón y Clitemnestra, estando presente en silencio Casandra.
   El interés central de los dramas se halla en la situación y en su desarrollo más que en los personajes.
   Los coros esquileos casi siempre gozan de una personalidad fuerte y peculiar, sus palabras, junto a la música y la danza contribuyen a llamar la atención sobre los profundos temas del teatro, determinando el tono de todo el drama.
   El estilo lirico de Esquilo es claro con una fuerte tendencia a lo arcaico y con rasgos homéricos (relacionado con Homero)
   Otra característica peculiar es el decoro trágico. El protagonista tiene que expresarse como lo que es, en caso de Agamenón, este debe hablar como lo haría un héroe trágico.
   El vestuario y el decorado demuestran su dominio en la técnica teatral y la escenografía.
   El sufrimiento humano es el tema principal esquileo, un sufrimiento que lleva al personaje hacia el conocimiento y que no está reñido con una fuerte creencia en la justicia final de los dioses. En su producción el sufrimiento humano tiene siempre una causa directa o indirecta en una acción malvada o insensata que conduce a la desgracia de los protagonistas pero que puede haberle sido heredada por los mismos. En ocasiones, se trata de victimas indirectas que a veces cae en ellas mismas en una culpa mayor o menor pero de las que muchas son completamente inocentes.
   Un elemento clave en el teatro esquileo es la situación, en la escena final de la persuasión en lugar del empleo de violencia. Casi siempre, los dioses son severos e implacables y los mortales se encuentran prisioneros y sin esperanza pese que pueden elegir como afrontar su destino. En sus últimas producciones, sobresale un concepto diferente de la divinidad, ya que se convierte en responsable y afectuosa protectora de los mortales que lo merecen.
   Esquilo está muy interesado en la vida comunitaria de las polis y todas sus obras conservadas tienen aspectos políticos y parece ser un gran opositor de la democracia. En todos los dramas, aparece el contraste entre el individuo potente y el dedicado a sus intereses, así como el control del Estado, cuyos actos amenazan con arruinarlo y la comunidad que debería tener el control de sí misma y cuyas acciones colectivas aseguran la salvación general.
   Pese a la importancia de sus obras, en su epitafio, texto que honra al difunto y suele estar inscrito en la lápida  no fue recordado como poeta o dramaturgo, sino por su valentía en la batalla de Maratón.
   Poco antes de morir, el oráculo le predijo que moriría aplastado por una casa, por lo que se mudó al campo. Los motivos de su fallecimiento fueron el ser golpeado por el caparazón de una tortuga que fue soltada por un quebrantahuesos desde el aire al confundir su cabeza con una roca contra la que quería romper el caparazón.

Isaac García Ramos

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