Esta semana hemos leído un fragmento de “A sangre fría” de Truman Capote.
A sangre fría |
Truman Capote fue un novelista estadounidense que nació en
Nueva Orleans en 1924 y falleció en Los Ángeles en 1984. El autor se
caracterizó ya que intentaba obtener unas obras muy realistas.
Escribía desde una edad temprana debido a las
circunstancias de su vida puesto que al separarse sus padres cuando tenía 4
años, tenía un sentimiento de soledad. Con tan solo 18 años, trabajó en el
periódico New Yorker y a los 21 publicó su primera obra titulada “Miriam”, por
el que se le otorgó el premio O’Henry de 1946.
La segunda novela que publicó se llama “Otras voces, otros ámbitos”
e impresionó ya que en ella plantea una visión muy abierta para esos años sobre
las relaciones homosexuales.
Su gran interés por el periodismo y teniendo en cuanta que
colaboraba con la revista New Yorker le acercó a el periodismo de
investigación, lo que provocó que escribiera “A sangre fría”.
A sangre fría es una obra basada en hechos reales. En ella
se narra la muerte de cuatro individuos asesinados violentamente, la resolución
del caso llevado por la policía y varios años más tarde, cuenta como acaban los
supuestos asesinos que hicieron tal barbarie.
Para escribir esta novela, se dice que el autor trabajó con
la policía en el caso y que llegó a conocer a los asesinos, por lo que en el
libro se puede llegar a conocer a los personajes de una forma personal.
Tras conocer un poco al autor y su obra, Luisa nos preguntó
si los autores deberían tener un límite para escribir. Y aquí voy a dar mi
opinión sobre ese tema.
Tras escuchar la pregunta claramente supe que la respuesta
una y mil veces seria no. Los autores deben tener total libertad para poder
decir lo que sienten y plasmarlo en un papel. Es verdad que hay veces que lo
escrito no es lo más adecuado pero pienso que al igual que tu lees un libro o
una novela y te puedes sentir identificado con lo que dice, muchas otras
personas pueden pensar igual que lo que escribe ese autor, por tanto si
queremos que todo el mundo lea no se puede poner un límite a los autores.
Los temas que ellos usan siempre están mirados y al igual
que todo, cada obra es criticada por lo que dice o incluso porque no entiendes
lo que quiere decir el autor. Es verdad que hay libros de muchos géneros pero
como he dicho arriba, cada persona somos un mundo totalmente diferente y por
eso tiene que haber libros de todos los temas, incluyendo algunos que puedan ser
algún tema tabú. Esos libros tabú a los que me refiero no tienen por qué apoyar
el tema del libro, sino que también puede ser una crítica del autor en la que
quiera denunciar graves problemas que existen en el mundo y que ni los medios
de comunicación ni los políticos quieren que veamos claramente.
Los autores siempre deben tener total libertad para escribir
y nunca ponerse barreras ya que quien sabe si esa obra que se está escribiendo puede
formar parte de los libros que han tenido repercusión en la sociedad y perduran
en el tiempo.
En Literatura estamos viendo como los escritores tienen total
libertad como para narrar el asesinato de un niño, la violación de una niña o
como viven esos niños en los hospicios.
Leer y escribir no solo sirve para entretenerse, también se
usa para reivindicar, porque seguro que todos pensamos muchísimas cosas y nos
las callamos simplemente por el miedo a que no guste al resto.
Si los escritores tuvieran un límite para escribir, todos escribirían
lo mismo o casas muy parecidas y todos acabaríamos aburriéndonos ya que no
tendríamos tanta variedad para leer y si todos los libros fueran en una dirección,
todos aquellos que nos gustan podrían quedar fuera y no poder leerlos nunca
más.
Isaac
García Ramos