John Donne fue un poeta inglés nacido en Londres
en 1572. Nació en una familia de tradición católica y estudió en las
universidades de Oxford y Cambridge aunque no obtuvo ningún título por su ideología
religiosa. En uno de sus viajes, conoció a Thomas Egerton quien lo nombró
ayudante durante cinco años.
Su poesía se inspiraba en Ovidio ya que sus
versos se alejan de petrarquismo y se los dirige a una mujer real mediante una poesía
emocional y directa.
Anne More iba a convertirse en su esposa en
el año 1601, pero su boda tuvo que celebrarse en secreto ya que el padre de
ella se oponía a ese matrimonio. Una vez que se enteró, hizo encarcelar al
poeta. Sin poder trabajar en ningún cargo público John y su esposa tuvieron
doce hijos a los que tuvieron que criar a duras penas.
En 1609 una enfermedad hizo que se aproximase
a la religión y escribiera poemas religiosos. Y finalmente en 1615 se proclamó
sacerdote.
John Donne murió en 1631 en Londres y desde
entonces es considerado el mejor poeta inglés del siglo XVII.
El
poema tratado en clase es el siguiente:
¿Quién
no echa una mirada al sol cuando atardece?
¿Quién
quita sus ojos del cometa cuando estalla?
¿Quién
no presta oídos a una campana cuando por algún hecho tañe?
¿Quién
puede desoír esa campana cuya música lo traslada fuera de este mundo?
Ningún
hombre es una isla entera por sí mismo.
Cada
hombre es una pieza del continente, una parte del todo.
Si
el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si
fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia.
Ninguna
persona es una isla; la muerte de cualquiera me afecta, porque me encuentro
unido a toda la humanidad; por eso, nunca preguntes por quién doblan las
campanas; doblan por ti.
Como dijimos en clase, es verdad que el tema
es la muerte. Y según he entendido el poema, el autor hace referencia a que
cuando una persona fallece, todo el mundo puede sentir la pérdida de esa
persona.
Usando el refranero español, hay gente que
dice que “El mundo es un pañuelo”. En verdad, ese refrán me ha dado que pensar
y tras investigar he encontrado la teoría de “los seis grados de separación”
que se basa en que todo el mundo estamos conectados mediante seis personas. Esto,
lo he aplicado a dicho poema y me ha llevado a la conclusión de que es muy
posible (si dicha teoría es cierta) que el autor al escribir los últimos versos
hiciera referencia a una cosa parecida. Por tanto, cuando una persona muere, es
posible que su duelo esté tan solo a seis grados de separación de nosotros.
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