La Ilíada de Homero

   Los siguientes textos trabajados en clase son dos fragmentos de la Ilíada escrita por Homero. Tiene 15.693 versos y en ella se narra una parte de la guerra de Troya aunque el tema se centra en la furia de Aquiles, un guerrero que estaba al mando de las tropas griegas y era muy difícil matarle ya que según el mito, Tetis sumergió al pequeño en el río Estigia para hacerlo inmortal. Su madre le sostuvo por el talón y por ello todas las partes de su cuerpo eran inmortales menos el talón derecho.

Portada de la Ilíada

    El primer fragmento que trabajamos es el diálogo entre Andrómaca y Héctor.

   En él, podemos comprobar que el rol masculino está orientado en el valor en la guerra y que el rol femenino está sobre todo en el cuidado de la casa. El rol principal es el de la mujer, ya que son las únicas que pueden dar vida.

   Otro tema que aparece es la esclavitud vista desde el lado de los amos y desde el punto de vista de los criados. Para Andrómaca, la esclavitud se ve de una manera muy negativa hacia la reputación de la familia, mientras que se muestra en el texto el lado bueno por las esclavas, ya que muestran sus sentimientos de dolor y tristeza cuando Héctor se va.

   Podemos encontrar varios epítetos épicos en el texto como Aquiles el de los pies ligeros, Tebas la de altas puertas o Héctor el del tremolante casco. También podemos observar referencias a los dioses como ¡Zeus y demás dioses! o una llamada a Artemisa.

Cuadro de Héctor hablando con Paris y Helena

   El segundo fragmento es cuando Príamo suplica a Aquiles que le devuelva el cadáver de su hijo.
   Este texto al igual que el anterior, tiene una gran fuerza expresiva y combinan diferentes modalidades textuales como la narración, el diálogo y la descripción.
   La manera en la que Príamo consigue el cadáver de su hijo es cuando llega ante Aquiles, le besa las manos y le pide el cuerpo muerto de su heredero haciendo que el enemigo se pusiera en su lugar. Así es como el mejor de los aqueos le entrega a la víctima para poderle enterrar.

Funeral de Héctor

   Reflexión sobre el llanto masculino.

   Desde pequeños, la sociedad nos inculca que los hombres no deben llorar. Personalmente me parece que esa "idea" es errónea porque todo ser humano tiene sentimientos y es libre de expresarlos sin temor a ser catalogados de débiles o "nenazas" en caso de los hombres. Desde mi punto de vista, seas mujer o seas hombre todos somos fuertes y somos capaces de expresar nuestros estados de ánimo libremente.

Isaac García Ramos