lunes, 6 de noviembre de 2017

La sacerdotisa del dios del cielo

   Enheduanna fue una poeta y escritora nacida en el año 2285 a.C. en Mesopotamia. Era hija del Rey Sargón I de Acad y vivió en la ciudad de Ur. Es considerada la autora más antigua de la historia ya que escribía su nombre a pie de página.
   Tenía el cargo político-religioso de Suma Sacerdotisa en el templo del dios de la Luna. Enheduanna en realidad no era un nombre, sino un título que se traduce como “la alta sacerdotisa del dios del cielo”.

Imagen relacionada
Dibujo de cómo se imagina a Enheduanna

   Sus textos se pueden atribuir al principio de la  literatura autoral. A parte de ser la primera escritora de la que tenemos constancia, es la única gran literata de Mesopotamia. Sus temas son de carácter religioso y solía escribir himnos al dios Nannar, a su templo de Ur y sobre todo a la diosa Inanna. Además compuso 42 himnos dirigidos a templos.

   Ur fue una antigua ciudad situada en el sur de Mesopotamia y estaba localizada cerca de la desembocadura del rio Éufrates en el golfo Pérsico. Sus restos forman una colina de ruinas de 12 metros de alto en mitad del desierto de Irak. La gran cantidad de cerámica que se ha encontrado en esta ciudad da indicios de que pudo haber sido un centro importante de producción. 
   Aquí dejo el Canto a Inanna, el primer texto que trabajamos en clase.

 Reina de todos los poderes concedidos

Desvelada cual clara luz

Mujer infalible vestida de brillo

Cielo y tierra son tu abrigo

Eres la elegida y sacrificada, Oh tú

Grandiosa por tus galas

Te coronas con tu bondad amada

Suma sacerdotisa, eres justa

Tus manos se aferran a los siete poderes fijos

Mi reina, la de las fuerzas fundamentales

Guardiana de los orígenes cósmicos y esenciales

Tú exaltas los elementos

Átalos a tus manos

Reúne en ti los poderes

Aprisionándolos en tu pecho

Esculpes cual depravado dragón

Con tu veneno llenas la tierra

Aúllas como el dios de la tormenta

Cual semilla languideces en el suelo

Eres río henchido que se precipita bajo la montaña

Eres Inanna

Suprema en el cielo y la tierra.

   La finalidad de este texto es el adorar a la diosa Inanna mediante esta oración. Se usan recursos literarios como el lenguaje culto y el uso de adjetivos que embellecen el poema.

   Este poema tiene un carácter parecido al que hemos leído y donde podemos ver rasgos de grandeza y adoración.

Dios te salve,

Reina y Madre de misericordia,

vida, dulzura y esperanza nuestra,

Dios te salve.

A ti llamamos los desterrados hijos de Eva;

a ti suspiramos, gimiendo y llorando,

en este valle de lágrimas.

Ea, pues, Señora, abogada nuestra,

vuelve a nosotros,

esos tus ojos misericordiosos.

Y, después de este destierro,

muéstranos a Jesús,

fruto bendito de tu vientre.

¡Oh clementísima, Oh piadosa,

Oh dulce Virgen María!

Ruega por nos,

Santa Madre de Dios,

para que seamos dignos

de alcanzar las promesas

de Jesucristo. Amén Jesús.
Isaac García Ramos

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